La contrastación de los sistemas de Baruj de Spinoza (24 de noviembre de 1632-21 de febrero de 1677) y Gottfried Wilhelm Leibniz (1 de julio de 1646-14 de noviembre de 1716) es harto proficua para el investigador de los tópicos escrutados por los filósofos modernos, a fuer de que induce a abordar inteligente y críticamente el inveterado conflicto de dos modos antitéticos de abordaje teórico de la realidad: el monismo y el pluralismo substancialistas. En acuerdo con el monismo substancialista, el modo de presentación de la substancia es ejemplificado por una única instancia ejemplar, la cual fue concebida por Baruj de Spinoza como ontológicamente indiscernible del ente divino (cf. Ethica ordine geometrico demonstrata, i, xiv). Con arreglo al pluralismo substancialista, el susodicho modo de presentación es semánticamente satisfecho por una copia de ejemplares, i. e., una multitud de existentes.
Nuestro propósito es concentrarnos en considerar las divergencias de ambos pensadores, en la medida en que se concretaron, con puntualidad y especificidad, dentro del ámbito disciplinar metafísico de la teología racional. La teología racional de Spinoza conduce al naturalismo; la de Leibniz, en cambio, culmina como una doctrina demostrativa de la justicia de Dios, es decir, bajo la especie de una teodicea.
El intrincado laberinto de la teología especulativa
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